ESCUDO y origen DEL APELLIDO MERÉ

Escudo de MeréJuan Baños de Velasco, quien se intitula "Rey de armas de Felipe IV, y de su hijo Carlos II", en su manuscrito titulado "Noviliario General de España", al ocuparse de este linaje escribe "en tiempos del Rey don Pelayo fueron fueron encargados de guardar el paso de dos ríos dos hermanos, uno de los cuales fue el progenitor del linaje"

Por eso no nos puede extrañar que lo demos como asturiano nacido cuando un vecino del lugar de Meré, en la parroquia de Santa Eugenia, municipio y partido judicial de Llanes, en el Principado, tuvo una destacada actuación guerrera o trasladó su residencia a diferente territorio, ya fuera otro caserío o parroquia del mismo ayuntamiento, y eso sin fijarnos demasiado en las palabras del Rey de Armas que nos antecede.

El primer lugar donde se asienta no está muy claro, aunque si es en el Principado. Y precisamente lo tenemos detectado en Caldueño, en el concejo de Llanes, pues de este lugar es Domingo Meré, que contrae matrimonio con María Suero, y son padres de la niña Ana Meré Suero a la que llevan a cristianar en 1799.

En el Padrón General, formado de todos los vecinos y moradores de la jurisdición de Llanes, en la costa oriental del Principado de Asturias, en el año de 1831. Los de este linaje fueron cuna de gloriosos varones que se encuentran en las localidades de Vibaño, de donde es Francisco Meré, casado con Josefa Sampedro, que tienen por hijo a José Meré, todos ellos hidalgos. Otro de los lugares es Caldueño, donde además han emparentado con los Amieva. En ese lugar y fecha encontramos a Francisco Meré, soltero. Francisco, Ramón y Antonio, casados, al igual que los tres Juanes que encontramos.

Algunas ramas pasaron al cercano Concejo de Cangas de Onís, y otros a Cantabria.

La cualidad de esta familia está avalada ante la Real Audiencia de Oviedo, pues hicieron probanza de hidalguía Cayetano Fernández Meré Asenjo, vecino de Ardisana, originario de Turón, en 1825 y Pedro Meré Muñiz Carriles, hijo de Alonso y nieto de Domingo, vecino de Gijón, aunque natural de Peón, en 25 de noviembre de 1800.

En Iberoamérica también florecieron los Meré, especialmente en Méjico, y allí estuvieron en Zacatecas, Chihuahua, Jalisco y Puebla.

En el Archivo General Militar de Segovia se conserva documentación de varios militares de este apellido. Son Florencio Meré, Voluntarios (1896); Leopoldo de la Meré, Estado Mayor (1878); Francisco Meré Díaz, Infantería (1843); Rafael Meré del Valle, Infantería (1852) y Francisco Amieva Meré, Voluntarios (1887).

Es personaje destacado de este apellido Rafael Meré, natural de Baldebárcena, en Villaviciosa, donde nació el 24 de octubre de 1895. Fue un estudioso de la Gaita y conservador del museo de la misma.

En la España de finales del siglo XX se contabilizan poco más de 100 familias, que lo llevan en primer lugar, es decir transmisible a su descendencia, y otras 90 que lo poseen como apellido materno. Los Meré se encuentran afincados en Alicante, Asturias, Baleay otras 90 que lo poseen como apellido materno. Los Meré se encuentran afincados en Alicante, Asturias, Baleares, Barcelona, Gerona, León, Rioja, Madrid y Vizcaya.

 

Meré

En gules, dos leones al natural afrontados.